CONTEXTO DE LA ARGUMENTACIÓN.
Cuando alguien desarrolla una argumentación para convencer a otro de que acepte su tesis, lo hace en un determinado contexto. Éste abarca las creencias, las costumbres, las ideas de la comunidad a la cual ambos pertenecen. Además, el contexto determina las convenciones lingüísticas que ambos usan, es decir, el valor semántico de las palabras empleadas. Cuando el contexto en el que se desarrolla la argumentación, no es común a sus participantes, alguien puede fácilmente utilizar palabras que resulten molestas o agravantes para los demás.
¿Cuál es el contexto en la argumentación?
Al hablar de contextos de la argumentación, nos referimos
al momento, lugar, ambiente, audiencia y finalidad de quien dice algo.
Idealmente, quien argumenta debe estar consciente de todo esto para generar las
ideas y argumentos adecuados, es decir, el discurso idóneo que convenza o
persuada, sin olvidar, por supuesto, la parte ética.
Una forma eficiente de clasificar los contextos
argumentativos es dividirlos en dos grandes campos: formales e informales. Por
ejemplo, este libro surge de un contexto formal (académico), pues está escrito
para un perfil de estudiante que tiene un contacto en bachillerato con la
Lógica y el estudio de los argumentos y se basa en un programa oficial del
curso con contenidos y aprendizajes que deben lograrse. Además de ello, podemos
decir de este libro que contiene argumentos cuyo carácter es persuasivo; que
tiene una intención didáctica y que demuestra verdades de diversas formas. Lo
cierto es que mientras más conozcas un contexto, podrás elaborar mejores
razonamientos y los consecuentes argumentos.
En la vida cotidiana encontramos diversos
escenarios o contextos en los que tienes la oportunidad de descubrir ideas,
exponer las tuyas, defenderlas, cambiar de opinión o ampliar tu visión. Sin
embargo, conviene aclarar que no todos estos escenarios de diálogo son
ocasiones idóneas para argumentar o exponer buenas razones, ya que todo depende
del contexto y del fin que se persiga.
A continuación, enunciamos algunos escenarios o contextos que
nos permitirán identificar fácilmente las intenciones de la argumentación. Al
ubicar el contexto y la finalidad o intención de ésta, haremos más explícita su
función, utilidad y pertinencia.
1. Escenario
de charla. Es una conversación en la que se intercambian ideas al interactuar y
convivir con otras personas. Las ideas fluyen sin confrontación y no interesa
la defensa de alguna idea o creencia. En el salón, por ejemplo, tienes muchas
oportunidades de charlar y compartir lo que piensas sin tanta controversia.
2. Escenario
de negociación. Es un tipo de diálogo argumentativo cuyo objetivo es lograr un
consenso o acuerdo que lleve a una toma de decisión razonada. En este escenario
se apela a argumentos que conduzcan a alcanzar acuerdos específicos. El
problema en estos contextos es que en muchas ocasiones se recurre a la amenaza
y al chantaje falaz como un medio para imponer el propio interés y la ventaja
personal, en cuyo caso ya no se habla de negociación sino de imposición.
3. Escenario
de disputa personal. Es un tipo de discusión en el que los participantes se
valen de todo tipo de recursos para atacar y hacer perder al oponente. En este
caso el proponente puede usar argumentos falaces, marruller.as, ataques
personales y actitudes hoscas y violentas con tal de desequilibrar al oponente.
Lo que importa es ganar a toda costa. En este escenario no existen reglas
específicas ni orden de intervención.
4. Escenario
de discusión crítica. Quien ha tenido la oportunidad de participar en seminarios,
mesas redondas, ponencias o exámenes profesionales sabe que en estos escenarios
se dan intercambios de ideas o de puntos de vista con la finalidad de alcanzar
la verdad, resolver un problema, fundamentar sólidamente una tesis y mostrar
alcances en la investigación, etcétera. Contrariamente a lo que ocurre con la
discusión personal, en la discusión crítica aflora la discusión razonada y
sistematizada. La característica fundamental de la disputa crítica es que se
designa a individuos conocedores de la temática para ejercer una réplica, un
cuestionamiento o una contraargumentación. La ventaja de este escenario es que
todos los participantes se enriquecen y fortalecen al crear sinergias en el
análisis y aportación de ideas.
5. Escenario
de debate. Se organiza en torno a un tema específico sobre el que normalmente
se asume una postura determinada. Es un tipo de discusión que se parece a la
disputa personal en el sentido de que pueden utilizarse todo tipo de recursos
argumentativos para ganar al oponente. Sin embargo, en este tipo de diálogo
existen reglas procedimentales de tiempo, forma y momento de participación. En
el debate se escuchan con atención las razones de los demás, se comprenden,
analizan y evalúan para refutar sus errores argumentativos con planteamientos
bien fundamentados. Su peculiaridad es que normalmente los temas a tratar son
por completo controversiales.
6. Escenario
de foro. Los foros son ámbitos de encuentro y debate. Son un tipo de
diálogo informal que permite debatir y expresar libremente
ideas y opiniones sobre cualquier tema de interés común, sea de política,
deportes, cine, economía, problemática social, etcétera. En un
foro se plantean preguntas detonantes y los participantes alternan el uso de la
palabra para exponer sus ideas, teorías y opiniones. En ellos existe un
moderador que generalmente formula la primera pregunta, estimula y guía la
discusión, pide fundamentaciones y explicaciones, sintetiza tanto las opiniones
como las posibles conclusiones, etcétera.
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